«En un mundo más allá de la barrera onírica, cuatro viejos conocidos se dan lugar para efectuar algo parecido a un ritual; la danza será un elemento central, arengada por un viento frío que hará volar en filigranas las viejas telas que cubren sus milenarios cuerpos. En sus movimientos habrá reproches, miradas, algunas gélidas, otras ardientes, que reclamarán la autoría de lo infame y atroz, y un sonido tan elegante como el mismo silencio que narrará en cada torsión historias de odio y de amor. Se sonreirán unos a otros, sabiendo que, pese a lo mortífero de su empresa, su espectáculo será un auténtico deleite, como siempre lo ha sido. No nos permitirán saber si en su arrullo nos estarán conduciendo a un plácido final o al más brusco de los despertares, pero en sus muecas, en su esbelteza, se nos revelará una belleza abrumadora y, ante todo, la certeza de que, pese a todo, no estamos solxs.
Desde los rincones más oscuros vuelve EVA, en un nuevo ejercicio estético sublime que nos brinda cuatro impecables canciones. Lo primitivo no tiene por qué no ir de la mano de la elegancia, y este disco parece transportarnos delicadamente, como si fuéramos de cristal, a lo más profundo de nuestra memoria y experiencia. En una brillante conjunción de post-punk y pop, la banda formada entre Bristol y Granada saca a relucir sus mejores galas, con unas letras escuetas pero aplastantes, voces que vienen del más allá y una base instrumental que es sencillamente perfecta.»
1. El oro 02:33
2. El fuego 03:09
3. La luna 03:01
4. La muerte 03:17
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