The End of Music se escribió tras unas estancias en Italia, España y Portugal por parte de la diáspora de antiguos miembros del grupo King Mob de Inglaterra. Activos entre 1968 y 1970, e inspirados en los Motherfuckers, la Internationale Situationniste y Dadá, irradiaron en ciertos círculos del primer punk. Fueron una de las principales influencias de Malcolm McLaren, o incluso de Jaime Read quien luego tomaría ideas prestadas de los situaionistas o plagiaría para la gráfica de los Sex Pistols (como los bondis que dicen "Nowhere" y "Boredom"). «El plagio es necesario. Está implícito en el progreso» decía Guy Debord.
Publicado originalmente bajo la firma Joe Soap Intellectuals. Cuando fue reeditado en Glasgow, se cambió su título, que inicialmente era el menos espectacular Punk, reggae: a critique. Este panfleto fue un esfuerzo colectivo, aunque en su mayoría es reconocible la mano de los hermanos Wise, David y Stuart. Fue publicado a mediados de 1978, pero por entonces no tuvo una gran difusión, hasta que más tarde fue reimpreso por Solidarity en Inglaterra y hace algunos años por La Felguera de España.
Tal como señala el artículo que dejo más abajo: El ensayo era arriesgado. Lanzaba conjeturas, predicciones y frases lapidarias apenas un año y medio de existencia más o menos oficial del punk inglés. El texto es despiadado, lúcido, el más radical y, desde luego, el primer ensayo sobre un fenómeno punk ya en retroceso, convertido en masivo y, sobre todo, previsible.
Publicado originalmente bajo la firma Joe Soap Intellectuals. Cuando fue reeditado en Glasgow, se cambió su título, que inicialmente era el menos espectacular Punk, reggae: a critique. Este panfleto fue un esfuerzo colectivo, aunque en su mayoría es reconocible la mano de los hermanos Wise, David y Stuart. Fue publicado a mediados de 1978, pero por entonces no tuvo una gran difusión, hasta que más tarde fue reimpreso por Solidarity en Inglaterra y hace algunos años por La Felguera de España.
Tal como señala el artículo que dejo más abajo: El ensayo era arriesgado. Lanzaba conjeturas, predicciones y frases lapidarias apenas un año y medio de existencia más o menos oficial del punk inglés. El texto es despiadado, lúcido, el más radical y, desde luego, el primer ensayo sobre un fenómeno punk ya en retroceso, convertido en masivo y, sobre todo, previsible.
Entre el 76 y el 78 en aquellas ciudades se formaron los grupos imprescindibles, salieron la mayoría de las mejores canciones del punk que conocemos. Y un puñado de lúcidos proletarios ya hacían su pertinente crítica.
«El punk, como otros movimientos juveniles de rock anteriores, se basa
en la juventud, pero una juventud que cae cada vez en mayor número
ha sido expulsada del trabajo y ha entrado a formar parte de la
población excedente, a la que se permite consumir mínimamente a
través del alivio de las prestaciones sociales y limosnas de diverso
tipo. el punk rock usa la desesperación de esta base social, pero
solo para intensificar, finalmente esta desesperación. mientras el
espectáculo dure, será asimismo suplantado por algo diferente, pero
que suene muy familiar; probablemente mas desesperado y esquizoide,
aunque sea para intentar captar y mantener la atención más
frenéticamente. ¿Quien sabe?»
«El Punk es el reconocimiento de que a la música no le queda nada por decir, pero aún puede hacerse dinero de la total bancarrota artística simplemente actuando como un sustituto secundario para la autoexpresión creativa en nuestras vidas diarias. La música punk, como todo arte, es la negación de que lo revolucionario provenga del proletariado.» (The End of Music, 1978)
El debate queda abierto...
El texto completo está incluido en el libro King Mob. Nosotros, el Partido del Diablo (La Felguera, 2014). Si les interesa la temática no duden en leerlo. Po ahora el libro está agotado. Yo tengo ganas de editar este texto hace años, quien dice...
En Agente Provocador también pueden leerse otros artículos relacionados a todo esto:
Las navidades que "inauguraron" el punk
La camiseta de los odios y las bendiciones
Para una crítica de The End of Music puede leerse «Punk», el capítulo 15 de El asalto a la cultura. Corrientes utópicas desde el Letrismo a la Class War de Stewart Home (Virus Editorial, 2002)
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