"El film cae en protagonismo absoluto de Coleman, ese británico de ascendencia india que en su día fue visto como un anticristo y que se autoproclamó en su día reencarnación de Aleister Crowley. La magia negra y los rituales hicieron del grupo algo realmente especial, y definitivamente no era una pose. Coleman era capaz de desaparecer para días más tarde ser descubierto en Islandia buscando portales y energías telúricas. Consideran los miembros del grupo que llegaron a desplegar sus rituales en directo. Jaz llegó a grabar dentro de la pirámide de Keops, pero más allá de su faceta de loco peligroso puedes descubrir en el documental que es un genio musical capaz de dirigir orquestas. Sus muchos premios o la petición de la sinfónica de Praga como compositor y director residente no son casualidad.
Es impresionante ver al grupo acudir a entrevistas por la televisión alcoholizados, ver sus tensiones y choques de egos o ver el miedo de la prensa de la época hacia Coleman. Su locura más célebre es la de irrumpir en las oficinas de Melody Maker y lanzar gusanos y un hígado de animal como respuesta a las críticas mordaces de la revista. Destcar también la enorme personalidad del fallecido bajista Paul Raven y el virtuosismo a la guitarra de “Geordie” Walker, mil veces imitado. Para el recuerdo queda la vuelta del bajista “Youth” Glover en el funeral de Raven a pesar de confesar de que había necesitado 10 años de ayuda psicológica para apartarse del caos mental que supuso estar tanto tiempo junto a Coleman y Geordie. Si no les conoces este film es imprescindible para entender la grandeza y genialidad de Killing Joke." (metalcircus)
Habría que agregar las cuestiones políticas que rodean a la banda que también están bien presentes en este documental.
Es impresionante ver al grupo acudir a entrevistas por la televisión alcoholizados, ver sus tensiones y choques de egos o ver el miedo de la prensa de la época hacia Coleman. Su locura más célebre es la de irrumpir en las oficinas de Melody Maker y lanzar gusanos y un hígado de animal como respuesta a las críticas mordaces de la revista. Destcar también la enorme personalidad del fallecido bajista Paul Raven y el virtuosismo a la guitarra de “Geordie” Walker, mil veces imitado. Para el recuerdo queda la vuelta del bajista “Youth” Glover en el funeral de Raven a pesar de confesar de que había necesitado 10 años de ayuda psicológica para apartarse del caos mental que supuso estar tanto tiempo junto a Coleman y Geordie. Si no les conoces este film es imprescindible para entender la grandeza y genialidad de Killing Joke." (metalcircus)
Habría que agregar las cuestiones políticas que rodean a la banda que también están bien presentes en este documental.
Hace poco anduvieron por Argentina, hay reseña en El Secadero.
Dirección y guión: Shaun Pettigrew
Duración: 150 min.
Duración: 150 min.
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