
«Desde Barcelona, pero con el implacable peso de la historia de la India, el debut de Shakti es una declaración y una provocación. Se trata de punk refractado a través de recuerdos infantiles de bandas sonoras de Bollywood en televisores de tiendas de barrio, capos de la mafia tramando en la pantalla, ricos explotando a pobres: una nostalgia por los tiempos en que la conciencia de clase aún latía en la cultura popular de la India. Hay ecos de la música clásica indostánica, la música disco y el garage indios de los 80, pero en última instancia se trata de un disco punk que se moldea a sí mismo y se sitúa entre el post-punk expansivo y el hardcore ruidoso e irónico de bandas como Electric Deads o Tozibabe.
El muro de ruido de Shakti está lleno de contradicciones. Hay líneas de bajo magníficas y profundamente bailables y guitarras pegadizas que se enfrentan a redobles al estilo de los discos de Crass y voces ásperas en marathi, a veces como maldiciones susurradas, a veces como gritos y risas maníacas, que van de una canción a otra con un toque de alegría traviesa. Hay una alegría en el núcleo de este disco, un sarcasmo incorporado en las letras sobre idiotas que se apropian de eslóganes como Inquilab Zindabad ("Larga vida a la revolución"), o peticiones a los británicos para que devuelvan el Koh-i-noor no a la India en su conjunto, sino a "mí", personalmente, porque a veces los punks están tan arruinados como para eso.
Hay transiciones cinematográficas que establecen el tiempo y el lugar, que contienen bromas internas que entienden 1300 millones de personas, y un ritmo que se va acentuando hasta convertirse en baile antes de colapsar repentinamente sobre sí mismo para contraatacar. Y, sin embargo, Shakti es más poderoso en su momento más furioso, cuando lleva el peso específico de la ira de los inmigrantes moldeada por esa pregunta opresivamente cotidiana: "¿De dónde eres realmente?". Este es un disco construido sobre la colisión de la nostalgia, el exilio y la revolución. Es bailable y sarcástico, pero también tremendamente serio. Cuando llega la joya del disco, Purvichi Adchan, con su mantra bailable de "Shakti!", suena como un grito de guerra, una señal de que, dentro del vacío del espíritu de la época, hay un destello y un impulso, no arraigados precisamente en la esperanza, sino en un cierto tipo de poder.»
https://lavidaesunmus.bandcamp.com/album/s-t-33
1. Lahan Pani 03:34
2. Maut 02:18
3. Kahase Ho? 02:11
4. Matala 03:03
5. Andolan 02:20
6. Inqalab 01:18
7. Koh-I-Noor 01:59
8. Atyachar Charcha 03:05
9 . Purvichi Adchan 04:43